Algunos pacientes describen síntomas, que para ellos, son difíciles de explicar, suelen hablar de alteraciones en la piel, hormigueos, sensación de falta de fuerza…

Es fácil que esa sintomatología esté relacionada con alteraciones en el nervio.

Llamamos signos negativos a la perdida de sensibilidad y/o fuerza muscular. Al encontrar estos signos en nuestra valoración, nos orientan hacia una neuropatía.

Definimos neuropatía como “lesión en el nervio provocada por estructuras anatómicas o procesos patológicos, provocando signos negativos (pérdida de conducción)”

Algunas neuropatías se acompañan de dolor neuropático, otras no.

Dentro de las neuropatías más prevalentes encontramos el síndrome del túnel carpiano, el neuroma de Morton, la afectación del nervio ciático o las radiculopatías cervicales. Otras mucho menos prevalentes deben ser también valorados y en caso de ser necesario pedir pruebas complementarias.

El fisioterapeuta debe en primer lugar hacer un screening para descartar patología grave, implicando derivación. Una vez descartada, debemos hacer una valoración completa del sistema nervioso, tratando de orientar el pronóstico y el tratamiento que debe seguir el paciente.

Andrea M. Trescot. Epidemiology and Pathophysiology. In: Peripheral Nerve Entrapments. Cham: Springer International Publishing; 2016 pp.3-10.